Ayshane

Ayshane

A DIFERENCIA DE LOS OTROS DOS MIEMBROS DE LA TRIADA, LOS AYSHANE PUEDEN SER DE CUALQUIER RAZA. NO ASIGNAREMOS UNA IMAGEN PARA QUE NADIE SE CONFUNDA Y CREA QUE TIENEN QUE SER DE UNA MANERA DETERMINADA.

Los ayshane son una profesión en sí misma que aparece en la tercera temporada de Tierras de Esperanza y son retroactivamente canon en la historia del mundo de Ma'keli. A diferencia de los hadar (cuyo origen resulta desconocido) o los amiram (que fueron diseñados por Aksa), los Ayshane fueron diseñados por el guardián caído, junto a los Niños del Sol, como una medida para acabar, de una vez por todas, con la Guerra de las Constelaciones. Existen desde hace más de quince mil años, si bien muchos de ellos permanecen con su identidad oculta para evitar ser cazados o utilizados en contra de su voluntad debido a su conexión con los hadar y amiram.

CARACTERÍSTICAS BÁSICAS

Los "ayshane" no son una raza, si no una profesión, y casi cualquier miembro de cualquier raza y procedencia puede ser susceptible de ser elegido para ejercerla, siendo los Asphir, minibots, fantasmas, dioses, hadar, amiram y niños del sol los únicos que no pueden optar a ella por orden del guardián caído. No influye la edad, los años de estancia en el mundo, o su orientación. Los ayshane tampoco tienen constelación propia (a excepción del primer ayshane del mundo, Kenai) y su poder depende, en gran medida, de la conexión que tiene con los amiram y hadar con los que haya pactado, y si estos se la ceden. Los ayshane no pueden ser detectados más que por otros ayshane, otros hadar y otros amiram. Tampoco deben ser confundidos con invocadores normales, o espiritistas, ya que ejercen otras funciones muy distintas.

El trabajo principal de los ayshane es establecer un equilibrio entre la influencia de los hadar y los amiram sobre los mortales, convirtiéndose así en un medio de comunicación entre ambos lados. Su responsabilidad es evitar que se produzca un desequilibrio en el ecosistema mágico del mundo, y se le facilitan varias herramientas para ello (como veremos más adelante). Por eso se dice que los ayshane suelen cumplir los designios que les ordenan tanto los hadar como los amiram cuando estos últimos descubren ciertos problemas que no pueden resolver por su cuenta. De esta forma, ejercen su labor como ecoactivistas (por la parte amiram) y magicoactivista (por la parte hadar). Además, los ayshane permiten que los amiram puedan desplazarse a cualquier zona del mundo al instante, alejándose de su zona de efecto sin mayores penalizaciones; y permiten que los hadar puedan ver el mundo terrenal sin mayor coste que las fuerzas del propio elegido. 

Para que una persona sea elegida para ejercer como ayshane, debe cumplir con una serie de condiciones (no especificadas nunca) que satisfagan tanto a hadar como a amiram. Si una persona es candidata, será atendida por uno de cada. Si este acepta, se establecerá un ritual que los unirá (Y que difiere según la situación y los miembros participantes) y el ayshane podrá hacer lo siguiente:
  1. Se le asignará una región. Se enlazarán a ella, y si se alejan, podrán saber si esta está sufriendo daños graves o cambios importantes.
  2. No pueden saber qué pasa en el resto del planeta a través de estos poderes. Tendrán que usar otros medios.
  3. Podrá invocar, a través de su cuerpo, el elemento del amiram que lo eligió y el poder del hadar que lo eligió sin que le duela y sin sufrir efectos secundarios.
  4. Ganará años de vida. En ocasiones, la conversión a ayshane puede esquivar una muerte segura, si bien es sabido que hadar y amiram no usan este tipo de enlace para que otros se salven de la muerte misma, ya que eso sería ir en contra de las normas de Izanami.
  5. Estará obligado a obedecer lo que les pida el hadar o amiram en cuestión, si bien estos últimos pueden entender que, en debidos momentos, el ayshane no pueda ejercer sus funciones por muy diversos motivos (siempre que se encuentren debidamente justificados)
  6. Podrán descubrir a otros ayshane con tan solo mirarlos. Sin embargo, por su código de honor, no suelen decirlo.
  7. Podrán saber si un animal es amiram o si un espíritu es hadar.
No serán los únicos hadar y amiram que tendrá. A medida que pase el tiempo, el ayshane podrá establecer pactos con otros si a estos les conviene. Es un ejercicio poco común: de por sí, estas personas ya tienen faena en la vida real y, por defecto, están comprometidos a hacer lo que les pida el hadar y amiram al que están asociados. 'Enlazarse' a otros implica tener que responder a más peticiones, y un volumen superior del mismo podría conllevar efectos negativos: no poder ayudar a todos, tener que declinar algunas peticiones (lo que conllevaría a la anulación del pacto con dicho hadar)... Además, resulta contraproducente: la conexión hace que, cuando estos sufran daño, el ayshane pueda sentirlo (Y viceversa). Una conexión con demasiados espíritus podría suponer un desastre para el propio ayshane y sus lazos.

Hay que entender que ser ayshane es una responsabilidad tremenda. Si se les da la oportunidad de serlo, pueden rechazarlo. En caso de que desistan, ya no podrán volver a ser elegidos. Esto pasa también cuando, a partir de cierto punto de su vida, un individuo decide que prefiere dejar de servirlos: se revocarán todos los pactos y volverá a su vida normal, pero ya no podrá volver a ser ayshane nunca más.

LO QUE NO PUEDEN HACER.

Hay que saber que los ayshane no son todopoderosos, y tienen toda una serie de limitaciones: no pueden entrar en el plano hadar salvo que usen una Puerta (es un elemento que permite acceder al plano hadar de manera legal y controlada. Actualmente solo se conoce la de Berilos y la de la Fortaleza Lumínica. En cualquier caso, solo pueden permanecer un tiempo muy corto) y, por lo tanto, no pueden usar el mismo para moverse de un lado a otro; tampoco pueden llamar a otros hadares con los que no ha hecho ningún pacto o contrato; si obligan a un hadar a realizar una acción perjudicial para el mundo, pueden perder la condición de ayshane e incluso se les puede castigar de muy diversas formas (no especificadas); su condición de ayshane no puede pasar a manos de otros (Salvo que se trate un caso de fuerza mayor). Y, finalmente, no pueden conectarse mentalmente con amiram o hadar. Para ello, tienen que invocarlos primero (Son las únicas ocasiones en las que realmente hablan: cuando les llaman para que aparezcan al momento).