Ma'keli es un núcleo importante de magia. A lo largo de sus muchísimos años, varios dioses y semidioses han llegado al plano, muchos de ellos para quedarse, algunos para irse, otros han desaparecido… Las historias de muchos de ellos han ido variando a lo largo de los siglos a causa de muchos problemas que se han ido sucediendo en el plano, y otros tanto se están dando en el día a día. Hay que tener en cuenta, eso sí, que aun siendo dioses la mayoría no intervienen en el plano mortal, por muy diversos y variopintos motivos. En ocasiones es por puro egoísmo, a veces es por eventos que han tenido lugar en el pasado, o simplemente, porque al ser el hogar de Aksa y la creación de Shiil, se considera una casa ajena a la que no deberían intervenir más que lo justo y necesario.
Con la aparición del primer Custodio, Raxtrial, muchas fueron las preguntas que surgieron entre los dioses del panteón: ¿Qué más se perdió en la disrupción y que ni tan sólo ellos pueden recordar? ¿Dónde se encuentran el resto de sus hermanos? Y lo más importante, ¿Cómo es que Aksa nunca les informó de ello? Ni siquiera los hadares ni amiram tienen idea de lo que está ocurriendo. Y es que estamos hablando de que hay mas dioses desaparecidos que los que se reflejan aquí (Abajo de todo).
Algunos de los miembros del panteón han empezado a tomar cartas en el asunto. Eso sí, intentando no interferir demasiado, ya que la evolución de los seres que viven en el planeta depende de ello. La desaparición de Serah es una buena muestra de lo que les puede ocurrir si intervienen demasiado. Ese es el poder de la influencia de Ma'keli.
A continuación te hacemos un recopilatorio de todos ellos, de forma resumida.
Shiil, creadora del mundo y de la galaxia: No se sabe demasiado de ella, exceptuando el hecho que creó el mundo de Ma'keli junto a la galaxia de Nerehore y dio luz a dos criaturas antes de morir. Su fallecimiento se sitúa a poco antes de que llegaran el resto de los dioses. Aun no se sabe cuál es la relación que hay entre ella, Aksa, el guardián caído y muchos de los misterios que guarda el mundo. Se la considera creadora de Aksa misma, a la que plantó como una semilla en el mundo para que el planeta tuviera vida propia. Las leyendas sobre su historia se perdieron en los albores de la historia...
LA VIDA, LA MUERTE Y LA FERTILIDAD:
Izanagi, el dios de la vida: Se dice que Izanagi arregló el desastre que ocurrió desde la muerte de Shiil hasta que Aksa floreció, pero eso es una leyenda de la que no se sabe si es o no cierto. Lo cierto es que no se ha aparecido nunca ante nadie, y lleva un tiempo desaparecido del panteón. Se rumorea que, tal vez, ha decidido intervenir por su cuenta en la tierra. Otros dicen que nunca existió y unos terceros opinan que se fue para siempre. Sea como fuere, el dios de la vida en Ma'keli sigue siendo un misterio. También se dice que, hace mucho tiempo, Izanami e Izanagi acabaron discutidos, pero solo Kyubi sabe los verdaderos motivos.
Izanami, la diosa de la muerte: La diosa de la muerte que se encarga de proteger el Más Allá, o el Infierno como llaman muchos otros. Muchos la temen, mientras que otros la adoran. Lo cierto es que, junto con Izanagi, se han encargado de mantener el equilibrio dentro de Ma'keli desde que la frontera fue cerrada a cal y canto. Casi nunca interviene en la tierra, ya que son sus sirvientes, los Athanasius, los que se encargan de que todo esté en orden en el plano real. Cuando alguien muere, Izanami se lo lleva y le hace probar la fruta del mas allá, atándolo para siempre a ese plano, un mundo infinito en el que todo el mundo puede descansar en paz... Si se lo merecen.
Kyubi, la diosa de la fertilidad: Alegre y dicharachera, Kyubi no ha perdido en absoluto su sentido del humor ni el talante con el que los miembros del reino la conocieron. Aunque ha cambiado mucho desde que llegó como el joven e inocente muchacho-zorro, todos los que le conocieron tanto como camarero como la esposa de una de las habitantes no tendrían problemas en reconocerla de nuevo.
Ahora bien, el tiempo no pasa en vano, ni si quiera para las deidades, y para consternación de sus sirvientes Kitsune, Kyubi le ha cogido el gusto a eso que los humanos llaman "cultura pop", el anime, los mangas y los videojuegos. Aunque sigue siendo trabajadora y dedicada a sus tareas (actualmente, atender a sus feligreses, mantener las Tierras de Esperanza y vigilar que no salga nada realmente peligroso del portal), no es raro verla procastinar, o medio dormida y mal vestida porque se ha estado hasta las tantas de la noche de raid con su guild.
EL PANTEÓN ÉLFICO:
Estos dioses comenzaron a aparecer después de que Aksa floreciera (no inmediatamente). Alguno de ellos se añadió a posteriori, como la diosa Dot.
Aksa, el espíritu del mundo: Aksa es una diosa muy justa, y además, el espíritu del mundo. Cuando floreció, dio luz a los elfos y drow de Ma'keli, así como a los Enki, unas criaturas con poderes para terraformar el mundo, y a los Wehrmensch. Sin embargo, a medida que fue pasando el tiempo, su voz se fue apagando y hoy en día, nadie es capaz de escucharla. Su lugar de destino está en alguna parte de Berilos, pero no queda muy claro dónde.
Mus Kalektar, el Alce Recolector: Se sabe de él que es el protector de los bosques, la fauna y la vida que crece en ellos. Llegó a Ma'keli poco después de que de Aksa empezaran a germinar sus primeras semillas. Se dice que Mus se enamoró de la belleza de la obra de Aksa y de su bondad, y que pidió a los dioses de Ma'keli que lo ayudaran a reunirse con ella para poder ayudarla a terminar de crear el mundo. Recibió la respuesta de una joven Sukasu que no solo lo acompañó hasta donde se encontraba Aksa, sino que además le explicó los motivos por los que Mus quería ayudarla. Gracias a ello, de las siguientes semillas que germinaron nacieron también los Enki, criaturas con la capacidad de terraformar el mundo. Es un dios amable y bondadoso, y ha permanecido siempre al lado de Aksa para protegerla, algunos juran haberlos visto a ambos en las profundidades de algún bosque, pero nadie ha podido confirmar que eso hubiera ocurrido realmente. En los últimos años se ha negado a manifestarse delante de los humanos, rehuyendo de ellos por lo que la sobreexplotación industrial y la destrucción forestal ha provocado en la naturaleza, sin llegar a comprender realmente porqué quieren destruir la obra que tanto le costó levantar a Aksa para Ma'keli. Tampoco comprende porque Sukasu ha cambiado tanto y porque actúa de esa manera. En el panteón élfico está representado como un alce níveo de largas astas sentado bajo la imagen de La Madre, protegiendo entre sus patas delanteras unas semillas grandes de colores que oscilan entre el ocre y el rojo
Morilindë; el Ruiseñor Nocturno: Nació de los primeros frutos que florecieron de Aksa Kalyani en las profundidades de la tierra, por eso muchos elfos oscuros la consideran la primera de los suyos en caminar con sus semejantes en los principios de Ma'keli. Se la considera protectora de viajeros, eruditos y exploradores, y les ayuda a encontrar el camino a aquéllos que pierden el rumbo, como una guía silenciosa. Se dice que es amante de la astronomía y en su cauteloso silencio se mantiene distante de lo que ocurre en el mundo terrenal, aunque sus eruditos dicen que pueden escuchar su voz al anochecer en los templos donde todavía la recuerdan; un lamento melancólico y triste que habla de lo que Ma'keli está perdiendo por el egoísmo y la crueldad de quiénes la dañan.
Agarwaen: En su anterior vida; cuando de Aksa Kalyani germinaron sus últimas semillas; fue un alto elfo que lideró las primeras contiendas contra los Hijos Rojos en el continente de Tira Kadime, el cual recorrió incansablemente; decidido a menguar como fuera las injusticias y barbaries que llegaron desde el continente vecino, negándose a ser doblegado por quiénes destruían a su paso todo lo que La Madre había creado con tanto ahínco. Conoció a Ashara La Roja quinientos años después de que germinara de la semilla de Aksa; y desde entonces siempre caminó junto a ella; hasta que ocurrieron los acontecimientos que asolaron el asentamiento de Dol Angra. Se dice que en más de una ocasión; en los templos donde se erige su estatua y por los que son más devotos; se ha visto a un lobo de pelaje oscuro como la noche y ojos de color ámbar merodear por sus alrededores, incluso acompañando en silencio a quién venera al representante de ”La Rebelión“.
Ashara: También conocida como Ashara La Roja; fue en su anterior vida una de las altas elfas que germinó de las últimas semillas de Aksa Kalyani; ascendió al panteón élfico por sus acciones en vida representando a ”La Justicia“. Indómita e incansable; creció en el seno de una tribu de mujeres guerreras en el asentamiento de Dol Angra. Cuando llegó la amenaza de los Hijos Rojos al norte del continente de Tira Kadime, asumió el liderazgo de su clan y forjó alianzas con el resto de clanes que se encontraban al norte de lo que es ahora conocido como Avanor para mermar las fuerzas invasoras con la ayuda de Agarwaen El Rebelde; el cual caminó siempre junto a ella. Murió en el asedio de Dol Angra a manos de los Hijos Rojos; defendiendo con uñas y dientes a los suyos, dejando escapar su último suspiro viendo como Agarwaen guiaba a los que pudieron escapar de las tropas enemigas.
Dot: Diosa de la oscuridad bondadosa, de la noche. Madre de los perdidos y los que pierden el camino, protectora de los que buscan la luz en la oscuridad. La dama de las estrellas, la creadora de dioses.
Es una dama de piel morena, sin genitales ni pezones, con una mascara blanca con lagrima de sangre por sus hijos, y profundos ojos azul intenso. Sus cabellos son sedosos y parecen vivos, contienen la imagen del universo... con miles de estrellas.
Acude cuando sus hijos de la noche se sienten atormentados, los envuelve en sus brazos y los consuela. Intenta dar confort a todo aquel que acude a ella. Es pacifista y odia el conflicto o la violencia.
EL DIOS DYNSIARC
Este dios apareció hace mucho tiempo en Ma'keli, si bien no se sabe cuando. Es posible que sus orígenes se pierden en los años antes de la disrupción.
Mich, el dios Dynsiarc: Los Dynsiarc rinden culto a un dios en forma de pez llamado Mich, que se considera una de las primeras deidades existentes en Ma’keli. Dicha deidad realmente no se preocupa por los mortales o por recibir tributos, y las tribus lo saben, por lo que no intentan ganarse su favor, sino que tan sólo envían parte de los peces a sus dominios para recibir a cambio maderas y otros materiales para construir sus casas y demás herramientas. Más que pedir un favor, se trata de una especie de trueque, por lo que la propia cultura de los Dynsiarc funciona del mismo modo, compartiendo e intercambiando los recursos que van consiguiendo, y jamás adaptando para sí un sistema monetario. Aquellos que se mueven a culturas más avanzadas pueden llegar a montar mercados para poder ganar dinero y comprar en dichas ciudades artículos de necesidad que no conseguirían por otros medios. Aun así, por lo general pueden conseguir todo lo que necesitan de la naturaleza y de Mich.
LOS DIOSES ESTACIONALES
No se sabe muy bien cuándo aparecieron, ya que sus escrituras se perdieron en los albores de la historia. Posiblemente antes de la disrupción.
Lì wa, la diosa constructora: Se trata de una de las tres deidades que dieron lugar a los dragones estacionales gracias a una misteriosa fuente mágica. Se la considera la diosa que observa cada acto de construcción que se representa. Se la consideraba la más paciente de las tres y la primera en aceptar a los Santos cuando estos decidieron aparcar las diferencias y decirle a los dioses que ya no iban a seguir combatiendo. Actualmente sus escrituras se encuentran desaparecidas, pero se la venera sobretodo en Wèilái.
Háo er hè, el dios climático: Se trata de una de las tres deidades que dieron lugar a los dragones estacionales gracias a una misteriosa fuente mágica. Se le considera el dios que observa cada cambio climático, además de ser el más estricto de los tres y el segundo en aceptar a los Santos cuando estos decidieron aparcar las diferencias. Actualmente, sus escrituras también están desaparecidas, pero se le venera sobre todo en Lâe
Diyù, el dios caótico: Se trata de una de las tres deidades que dieron lugar a los dragones estacionales gracias a una misteriosa fuente mágica. Se le considera el dios que observa cada guerra, además de ser el más bruto de los tres y el último en aceptar a los Santos cuando estos decidieron aparcar las diferencias. Actualmente, sus escrituras también están desaparecidas, pero se le venera sobre todo en Zhōngguó.
LOS DIOSES DESAPARECIDOS
Son dioses que, tras un tiempo, dejaron de existir o desaparecieron sin más, y no se ha vuelto a saber de ellos. Si se han reencarnado, o no, aun es un misterio.
Arceus, dios pokken: Arceus fue el dios que creó a los Pokken, dotándolos del don del idioma que fluye en toda la galaxia: El cantarés. Además, este dios solo llegó a aparecer dos veces en el mundo mortal, la última aliándose con el reino de Avanor para terminar de una vez por todas con la esclavitud pokken. Sin embargo, una vez terminó su tarea, tanto él como sus súbditos desaparecieron para siempre y nunca más se supo de ellos. Actualmente, todos ellos han vuelto a aparecer temporalmente, pero se desconoce la procedencia de su líder.
Serah, el dios mortal: A Serah se lo consideró de los dioses más jóvenes que tuvo el panteón hace mil años, pero diversos eventos que dieron lugar en Orrion terminaron por sentenciarlo. Nacido del deseo humano por sobrevivir en las duras condiciones de aquel continente, Serah pasó de ser una buena persona a considerarse un asesino por derecho propio. Cuando descubrió la terrible influencia que los humanos ejercían en él, decidió desaparecer y nunca más se supo de él.
LOS GUARDIANES
Designados por diversas fuerzas, los guardianes son seres que velan por el autocontrol del cosmos. Actualmente hay dos vivos.
LOS ACTUALES:
Jikan, la guardiana del tiempo: La guardiana del tiempo es conocida, sobre todo, en Viejas Tierras, donde lleva muchísimo tiempo viviendo, aunque en otras zonas también la recuerdan por su locura y sus subidas de tono. Le gusta viajar en el tiempo mismo, por lo que en ocasiones cree haberte conocido y, más adelante, aparece sin saber realmente quién eres. Pero los que la han visto como es suelen decir que no aparenta quién es en realidad.
Sukasu, la guardiana del espacio: La guardiana del espacio es conocida por ser la líder de Ezufra. Violenta y bruta como ella sola, ansía todo el poder posible y no se detiene ante nada y ante nadie. Tiene la capacidad de cambiar de lugar a su antojo, incluso puede estar en varios sitios a la vez o alterar el alrededor. Sin embargo, no se sabe porque no ha usado cien por cien su poder, o porqué no ha ido hasta Viejas Tierras por su cuenta. Hay quién dice que, antaño, era una guardiana justa y bondadosa. Si eso es cierto o no, el tiempo dirá...
LOS DESAPARECIDOS
La guardiana de las dimensiones: Se dice, se comenta, que en realidad eran tres hermanas, y no dos. Que alguien tenía que vigilar y supervisar todas las dimensiones que se solapan en la realidad y en el multicosmos. Sin embargo, es un rumor del que no hay demasiados datos. Ni Jikan ni Sukasu han llegado a mencionar nada así, por lo que es muy posible que en realidad nunca llegara a existir una tercera guardiana. O tal vez sí... En todo caso, solo su verdadero padre lo sabría, así como su difunta madre.
El guardián caído: Se considera uno de los mayores misterios de Berilos. De él sólo queda una canción, y una frase que se ha ido pasando de generación en generación, nada más. Lo que hizo, o dejó de hacer, es algo que aun continua sin estar demasiado claro. No hay libros ni dibujos, y tampoco ninguno de los seres actuales es capaz de recordar, si quiera, si realmente llegó a existir tal persona, a causa del borrado que causó la disrupción.
LOS HADARES Y AMIRAM
Un conflicto entre las dos fuerzas que estuvo a punto de romper el Cosmos hasta que alguien instauró un orden. Existen para mantener en pie la realidad y son las criaturas mitológicas que más contacto tienen con el mundo.
Hadares, los espíritus de las estrellas: Ninguno de ellos recuerda como aparecieron por primera vez, pero rigen las estrellas y se encargan de proteger el firmamento aunque nunca han conseguido saber la verdadera razón. Los Hadares viven en un plano distinto, llamado Plano Hadar, que existe gracias a la naturaleza protegida por los Amiram. Cada uno de ellos existe gracias a un concepto distinto y abstracto, como por ejemplo N'Yaya, la Hadar de la justicia. Existen tres tipos: Los hadares mayores, los menores y los corpóreos, siendo estos últimos siete entidades únicas que voltean por el mundo.
Amiram, los espíritus y guardianes de la naturaleza: Al igual que los anteriores, tampoco saben bien cómo aparecieron. Se encargan de proteger el plano terrenal y se alimentan de la energía que generan los hadares en su entorno, creando una simbiosis entre ellos. Viven en el mundo real, y cada uno de ellos está enlazado a un concepto distinto, pero más tangibles. A diferencia de los hadares, no existe una jerarquía, pero miran de limitarse bien sus terrenos o, en su defecto, procuran no pisar las funciones de otro Amiram.
LOS CUSTODIOS
Son entidades que fueron creadas por el guardián caído para velar el orden que él creó en el cielo estrellado de Ma'keli. Se sabe de la existencia de cuatro de ellos, si bien, actualmente, solo se conoce la presencia de uno que fue liberado hace relativamente poco.
Raxtrial, el custodio del este: Representado por una figura llena de fuego, este semidios encarna uno de los cuatro planetas gaseosos del sistema solar en el que se encuentra. Vela por tres de los niños del sol, que a su vez, velan por las constelaciones sobre las que gobiernan, manteniendo un orden y una jerarquía en el basto cosmos. Sin embargo, no recuerda muy bien cuando fue creado, o la razón por la que tiene tantísimas lagunas. Actualmente se encuentra refugiado en el panteón de los dioses.